Las formas y patrones que las sociedades precolombinas registraron sobre la cerámica continúan despertando nuestra imaginación acerca del pasado. La fuerza de los sellos radica en su capacidad de transferir imágenes y portar mensajes codificados. De ahí que quien resguarda el sello no sólo posee el objeto, sino también el mensaje, la posibilidad de transmitirlo y la capacidad de crear a través de él. La exhibición despliega la riqueza visual de los sellos, explora su vida social, y resalta sus correspondencias iconográficas con otros objetos de la cultura material. Estos pequeños artefactos nos conectan con el pasado y nos continúan interpelando debido a su potencia como creadores de imágenes y como constructores de significados sociales diversos.
La exhibición explora tres ejes:
- ÍCONOS
Líneas, geometrías, formas, patrones compuestos y signos aparentemente aislados se conjugan en complejos procesos de abstracción en el arte precolombino. Como en la fotografía, el juego entre luz y sombra devela la cara inversa de la imagen incisa en la cerámica. Sellos planos, cilíndricos y superficies estampadas despliegan mundos de imágenes ante nuestros ojos.
- VIDA SOCIAL DE LOS SELLOS
Los sellos transfieren sus imágenes a otros objetos: a la piel, al textil y a la cerámica, y participan activamente de los ritos de la vida y la muerte en el mundo precolombino. Forman nexos cotidianos entre las personas, transitan caminos, cambian de contextos y de significados y adquieren así su propia vida social.
- CONSTELACIONES
La iconografía circula entre objetos y cuerpos, y sus significados se transforman a través del tiempo. Las correspondencias simbólicas entre sellos y piezas como vasijas, torteros y figurinas antropomorfas dan cuenta de procesos de intercambio, apropiación, resignificación y trascendencia cultural.